A mis hijos Lucas (8 años) y Paula (11 años) les habían hablado del Camino en unas jornadas en el cole y decidimos hacer unas etapas en familia.
Al ir con niños es difícil saber si van a aguantar las etapas planeadas o no.
Para nosotros fue muy sencillo ya que cuando los niños (o los padres) nos cansábamos, llamábamos a Camino Fácil para que nos recogiera en el punto en el que nos encontrábamos.
Hicieron que fuera una experiencia super sencilla, porque además también transportaban nuestras maletas. Totalmente recomendable